Que pensez-vous de mon poème

Verlaine ?

Y ai-je mis tout ce que j’aime,

Verlaine ?

Est-ce bien fait de vers impairs

Bon père ?

Est-ce poison dans l’atmosphère,

Dans l’air ?

Soyez donc à ce que vous faites,

Poète

Plus tard je vous ferai la fête,

Nue tête

Vous fouillerez mon cou gentil

De nuit.

Mais quoi, regardez, je vous pris !

J’y suis ?

Que pensez-vous de mon poème,

Verlaine ?

Y sent-on bien le chrysanthème,

Verlaine ?

Ils valent tous les vins de messe

Tes poèmes, l’enchanteresse

Veut-tu maintenant, poétesse

Montrer ce que tu as de fesse ?

Huit janvier de quatre-vingt seize

Le Bon Père est venu matin

M’emmener pour que je la baise

Une catin

Elle a l’œil de basalte gai

De Rimbaud, d’Esther, je ne sais

Je m’en vais lui sonner les cloches

Ce sera fait

Me restera le long chemin

A courir, eh bien, dieu me damne :

Il n’est pas si long, le chemin

Je suis poète, je suis âne !

Huit janvier de quatre-vingt seize

Le Bon Père m’a pardonné

Son crucifix blond, je le baise

Son cul donné

Qui est l’œil de la vie sous terre

De Satan, d’Orphée, Baudelaire

Je m’en vais offrir ma tournée

Tournez, danser !

Nous allons vous le mettre en bouche

Notre poème, enfant qui couche :

Le monde a perdu la raison

Il nous a reniflé le con,

Il nous a reniflé le con !

Elle :

Dansons notre ronde, tournons

Verlaine, ou si tu veux, sortons !

La ville est jolie, c’est l’été :

Sur la place on a tricoté

Des roses de papier crépon

Ouvrons la fenêtre, chantons !

Verlaine, ou si tu veux, causons

La ville est jolie je suis belle

Je suis louve et je suis missel

Ou coquelicot, c’est selon

Verlaine, je m’en vais passer

Sache bien que j’étais la vie

Sache bien que j’étais la vie

Sache bien que j’étais la vie

Ce n’est rien, dis-tu ?

C’est assez

Para Bailar la bamba!
Para bailar la bamba se necesita una poca de gracia.

Una cosita pa’ ti y pa’ mi
Ay arriba y arriba.

Ay arriba arriba por ti seré por ti seré por ti seré!

Bamba Bamba!

Yo no soy marinero!
Yo no soy marinero
Soy capitán soy capitán.

De la Sierra Morena,
cielito lindo, vienen bajando,

Un par de ojitos negros, cielito lindo, de contrabando.

Ay, ay, ay, ay !
Canta y no llores,
Porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones.

Pájaro que abandona, cielito lindo, su primer nido,

Si lo encuentra ocupado, cielito lindo, bien merecido.

Ese lunar que tienes!
cielito lindo, junto a la boca,

No se lo des a nadie,
cielito lindo, que a mí me toca.

Una flecha en el aire!
cielito lindo, lanzó Cupido,
si la tiró jugando,
cielito lindo, a mí me ha herido.

La cucaracha, la cucaracha,
Ya no puede caminar,
Porque no tiene, porque le falta Una pata para andar

Todos se pelean la silla que les deja mucha plata; en el Norte Pancho Villa y en el Sur Viva Zapata!

Una cosa me da risa: Pancho Villa sin camisa, Otra cosa me da horror, Al vil Huerta en camisón

Necesito algún “fortingo” para hacer la caminata, al lugar donde mandó
a la convención, Zapata.

Una guacamaya pinta
Le dijo a una colorada, Quien se meta con mi patria, Se lo carga la chi....

Ya murió la Cucaracha ya la llevan a enterrar, entre cuatro zopilotes
y un ratón de sacristán.

Hay unos que roban mucho, y luego huyen muy lejos,

validos de fuero y mando y de que nos creen pen ...

En lo alto de una abrupta serranía acampado se encontraba un regimiento y una moza que valiente lo seguía locamente enamorada del sargento.

Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba
que además de ser valiente era bonita que hasta el mismo coronel la respetaba.

Y se oía que decía
aquel que tanto la querí...

Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra si por tierra en un tren militar.

Si Adelita quisiera ser mi esposa, y si Adelita ya fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda para llevarla a bailar al cuartel.

Y después que terminó la cruel batalla y la tropa regresó a su campamento por la vez de una mujer que sollozaba

la plegaria se oyó en el campamento.

Y al oírla el sargento temeroso
de perder para siempre su adorada escondiendo su dolor bajo el reboso
a su amada le cantó de esta manera...

Y se oía que decía
aquel que tanto se moría...

Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra si por tierra en un tren militar.